También
conocida como reacción de hipersensibilidad retardada es un tipo de reacción de
hipersensibilidad que puede tardar de dos a tres días en desarrollarse. A
diferencia de los otros tipos, no se encuentra mediada por anticuerpos, siendo
en cambio un tipo de respuesta mediada por células. Se inicia por los
linfocitos T activados por antigeno (sensibilizados). Incluye las reacciones de
hipersensibilidad retardada por linfocitos T CD4+ y citotoxicidad celular
directa mediada por linfocitos T CD8+.
Las
células T helper reconocen los antígenos presentados sobre los complejos
mayores de histocompatibilidad ya sea de tipo 1 o 2. Las células presentadoras
de antígenos, en este caso son macrófagos que secretan interleucina 12, la cual
estimula la proliferación posterior de otras células T CD4+. Estas células CD4+
secretan interleucina 2 e interferón gamma, conduciendo a la liberación
posterior de otros tipos de citocinas de tipo 1, mediando de esta forma la
respuesta inmune.Las células T citotóxicas CD8+ activadas destruyen a las
células diana por contacto, mientras que los macrófagos activados producen
enzimas hidrolíticas y, en presencia de ciertos patógenos intracelulares, se transforman
en células gigantes multinucleadas.
Son
las reacciones tardías mediadas por células. El prototipo es la reacción de
Mantoux. Tras la administración de tuberculina a un paciente previamente
sensibilizado, aparece la reacción a las 48-72 horas como una induración en el
área de inyección; Ejemplos de patología por hipersensibilidad tipo IV es el
rechazo agudo de los trasplantes los granulomas y la hipersensibilidad por
contacto.
Formas
de hipersensibilidad tipo IV:
1.
Hipersensibilidad retardada frente a antígenos solubles En general, cuando se
efectúan pruebas cutáneas con antígenos solubles (purificados o no) obtenidos
de diversos agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos y protozoos),
2.
Hipersensibilidad retardada en las manifestaciones de resistencia general
frente a infecciones.
3.
Dermatitis por contacto y reacciones adversas a fármacos en otros órganos. En
las dermatitis por contacto, la reacción de hipersensibilidad retardada se
induce por un compuesto químico reactivo (hapteno) que, tras acoplarse a
proteínas epidérmicas, actúa como un inmunógeno efectivo.
Una
respuesta similar ocurre, en ocasiones, con fármacos administrados por otras
vías, desencadenándose lesiones de hipersensibilidad en órganos como riñones,
pulmones e hígado.
4.
Reacciones granulomatosas. Los granulomas son lesiones resultantes de agregados
de fagocitos mononucleares activados (principalmente macrófagos), muchos de los
cuales han fagocitado el agente responsable.
5.
Rechazo de homoinjertos y reacciones de hipersensibilidad retardada. El
trasplante de células vivas de un individuo a otro de la misma especie
(homoinjerto) suele terminar en la destrucción y el rechazo del injerto.
Se
cree que el estrés exacerba un gran número de enfermedades, siendo alteraciones
dermatológicas en un alto porcentaje. Las células epidérmicas del Langerhans
parecen jugar un papel interesante en las reacciones de hipersensibilidad de la
piel.
Mecanismo
de daño tipo IV en autoinmunidad:
Este
mecanismo de daño tiene especial importancia en enfermedades autoinmunes
órgano-específicas. Por ejemplo, en la diabetes tipo I se ha postulado el
siguiente esquema patogénico: el evento que inicia el proceso es una respuesta
inmune vigorosa
contra
un antígeno exógeno que presenta mimetismo molecular con algún componente
normal de las células beta de los islotes de Langerhans del páncreas. A raíz de
esta respuesta, linfocitos T cooperadores activan células B y células T
citotóxicas. Los anticuerpos generados, se unen a autoantígenos presentes en
las células ß dañandolas al activar el complemento o bien por un mecanismo ADCC
con participación de células NK. Los linfocitos T CD8+ reconocen a los
autoantígenos presentados por moléculas MHC clase I en la membrana de las
células ß, ejerciendo su efecto citotóxico. Los macrófagos intervienen
amplificando la respuesta a través de la estimulación de linfocitos TCD4+ y
aumentando la expresión de moleculas MHC clase I en los islotes. También
aumenta la expresión de moléculas clase II en los macrófagos los que estimulan
más aún la respuesta T CD4+. A medida que el daño avanza, las células ß liberan
sustancias que normalmente están secuestradas dentro de ellas, tal como la
proinsulina, induciéndose respuestas en contra de ellas. El daño se perpetúa
hacia la destrucción de los islotes de Langerhans.
Muy bien Mariano!
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